Crónica de un intento al Makalu (8.462 metros)
Jueves 26 de Enero 2006.- Lafaille lo intenta en el Makalu
El
alpinista francés Jean-Christophe Lafaille lanzó su primer ataque a la
cumbre del Makalu pese a las difíciles condiciones en las que se
encuentra la montaña. De conseguirlo, sería la primera ascensión en
invierno de la montaña, de de 8.462 metros.
El
alpinista salió del campo base el martes y espera hacer cima en unos
cinco o seis días. “Las previsiones son difíciles de hacer, así que
Jean-Christophe tendrá que adaptarse a los cambios eventuales de la
meteo”, reconoció su portavoz y esposa Katia Lafaille.
“La moral
es buena, la motivación también y las condiciones son aún difíciles.
Realmente hay una gran diferencia entre escalar una cima de 8.000
metros y una de 8.500. El tiempo de aclimatación es más largo, por
encima de 8.000 es todavía más difícil y la velocidad de progresión
baja. Hace falta un intervalo de buen tiempo suficientemente largo
(unas 48 horas para Jean-Christophe en el Makalu)”, estimó.
En
caso de tener éxito, Lafaille se apuntaría en el Makalu su
decimosegundo ochomil. Además, sería la primera vez que la montaña, de
8.462 metros, se escala en temporada invernal. El escalador galo ya
tuvo que retirarse en mayo del año pasado en la misma montaña en su
intento de abrir una nueva ruta hasta la cima por la desconocida cara
norte.
El francés ascendió en diciembre del año pasado, también
en solitario, la cara sur del Shisha Pangma. Entonces, Lafaille reclamó
para sí la primera escalada invernal del ochomil, pese a que el 11 de
diciembre no se considera aún, por calendario, invierno.
“El
desafío es muy ambicioso”, advirtió Katia Lafaille. “Vuelve a vivir su
experiencia invernal en el Shisha en solitario y en estilo alpino del
pasado diciembre, pero esta vez sobre una montaña de casi 8.500 metros
de altitud, la quinta más alta del planeta”.
Lunes 30 de enero 2006.- Lafaille desaparece
El
francés Jean-Christophe Lafaille lleva tres días desaparecido en el
Makalu, después de que no haya dado señales de vida desde la víspera de
su ataque a la cima del ochomil desde su campo de altura a 7.600 metros.
“Pedí
un reconocimiento en helicóptero y también con un pequeño avión, pues
el helicóptero no puede subir más allá de una determinada altitud”,
dijo la mujer y representante del alpinista, Katia Lafaille.
El
vuelo de búsqueda tendría que producirse mañana, según autoridades
gubernamentales francesas. Todavía se mantiene la esperanza de que el
francés haya tenido una avería total en sus sistemas de transmisión y
sea incapaz de ponerse en contacto con sus allegados.
De hecho,
Lafaille estaba directamente en contacto con su cuartel general en
Francia a través de un teléfono satélite, y no con su campo base, donde
sólo le esperan un cocinero y dos porteadores.
Al parecer, la
última comunicación se produjo el día antes de realizar el asalto a la
cima, previsto para el viernes. El mismo día del ataque ya no hubo
contacto, si bien en un primer momento la justificación fue un fallo en
los sistemas de transmisión, pues la última comunicación había sido muy
débil a causa del mal estado de las baterías.
Las condiciones
meteorológicas eran difíciles, con temperaturas de hasta 30 grados bajo
cero. “Pero se sentía en forma y motivado”, aseguró Katia Lafaille, que
también reconoció que en los últimos días, el alpinista no había
prácticamente dormido a causa del frío y la altitud.
“Le vamos a
considerar desaparecido. Las opciones de reencontrarlo existen, pero
son ínfimas”, reconoció Yan Giezendanner, meteorólogo encargado de
facilitar los partes al francés desde Chamonix. “Pensamos realmente que
no hay esperanza”, añadió después.
Lafaille buscaba en el Makalu
su decimosegundo ochomil, además de la primera ascensión invernal de la
montaña, de 8.462 metros. El escalador galo ya tuvo que retirarse en
mayo del año pasado en la misma montaña en su intento de abrir una
nueva ruta hasta la cima por la desconocida cara norte.
El
francés ascendió en diciembre del año pasado, también en solitario, la
cara sur del Shisha Pangma. Entonces, Lafaille reclamó para sí la
primera escalada invernal del ochomil, pese a que el 11 de diciembre no
se considera aún, por calendario, invierno.
Foto: Jean-Cristiane Lafaille
Martes 31 de enero 2006.- La esperanza de volver a ver a Lafaille se desvanece
La
esperanza de volver a ver con vida al francés Jean-Christophe Lafaille
se desvanece. Pese a que el día era claro en el Makalu, la búsqueda con
helicópteros no ha dado fruto y sus próximos parecen haberse ya rendido.
"Cuando
uno ama la montaña, se acepta que sea ella la que pone las reglas". Esa
frase parece resumir la resignación ante la probable muerte del
alpinista francés, del que no se tienen noticias desde el pasado
jueves, cuando se comunicó por última vez con su esposa y
representante, Katia Lafaille, justo la noche antes de partir hacia la
cima del ochomil.
"El helicóptero, un potente Nikoyan MI-17, ha
podido seguir el itinerario hasta los 7.400 metros de altitud,
efectuando varias idas y vueltas", explicó Serge Koenig, coordinador
gubernamental francés de la operación de búsqueda. "La tienda de su
último campamento fue vista, pero sin signos de vida. Hay rendirse a la
evidencia. Ya no hay nada que hacer".
Lafaille desapareció entre
los 7.600 metros y la cima, según sus portavoces, y en pleno invierno,
con temperaturas por debajo de los 30 bajo cero, las esperanzas de que
pueda regresar con vida al campo base son ya prácticamente inexistentes.
Su
mujer partirá mañana hacia Katmandu con objeto de subir hasta el campo
base la montaña para recuperar algunos objetos personales. "Quiere
sobrevolar el Makalu 'para decir adiós' a su marido", explicó el
responsable de los partes meteorológicos de los que se sirvió Lafaille
durante la expedición, Yan Giezendanner. Allí le esperará uno de los
tres ayudantes nepalíes que tenía el escalador francés. Los otros dos
fueron ya evacuados.Lafaille buscaba en el Makalu su decimosegundo
ochomil, además de la primera ascensión invernal de la montaña, de
8.462 metros. El escalador galo ya tuvo que retirarse en mayo del año
pasado en la misma montaña en su intento de abrir una nueva ruta hasta
la cima por la desconocida cara norte.
El francés ascendió en
diciembre del año pasado, también en solitario, la cara sur del Shisha
Pangma. Entonces, Lafaille reclamó para sí la primera escalada invernal
del ochomil, pese a que el 11 de diciembre no se considera aún, por
calendario, invierno.
Fuente: Barrabés