Dicen los más veteranos del lugar que el viento sopla con más fuerza los años de crisis. La verdad, siempre me ha parecido huracanado desde que tengo uso de razón, y portador de ese regusto a óxido cuando lo inhalas sin protección.
Cobijado en un saliente, prendo un cigarro con un encendedor de combustión antiguo, una rara avis y, sin duda, un pequeño lujo. Lo guardo rápido: la propiedad de algo así se pierde deprisa y con violencia en estos tiempos inciertos.
Me siento inquieto. Cambio el peso del cuerpo de una pierna a otra mientras exhalo humo. La boca me sabe a sangre por el óxido. Ni siquiera lo percibo, demasiado ensimismado con la visión del firmamento.
Brillante como un eterno atardecer, anaranjado, con los rayos del sol atravesando el denso ambiente cobrizo. Y en él, una enorme negrura, como una mancha de aspecto irreal.
Sin detalles. Solo perfilada contra el fondo luminoso por el contraste. Me pregunto cuánto debe medir. ¿Un kilómetro? ¿Cinco? Estimar el tamaño de algo tan lejano y tan alto no es sencillo, pero su envergadura te encoge el estómago y te hace sentir pequeño.
Un pensamiento fugaz cruza mi mente, pero lo aplaco rápido. No quiero pensar en mi familia ahora. Al fin y al cabo, no hay nada que esté en mi mano hacer.
Apago la colilla y vuelvo dentro. La puerta se cierra tras de mí mientras me sacudo el polvo. El sonido del exterior se extingue de golpe, devolviéndome a mi realidad diaria, como si saliera de una ensoñación.
El sonido mecánico y rítmico de la producción me reconforta, curiosamente. Mi cerebro lo asocia con la rutina, con la seguridad… supongo. Paso por el aseo a lavarme la cara y me dirijo a mi puesto en el área de refinado.
—¿Cuántas veces vas a escaquearte hoy? —pregunta mi compañero al verme llegar—. No doy abasto y el supervisor ya ha preguntado por ti.
—Perdona… —No me apetece dar explicaciones. Me sorprende que él pueda trabajar con normalidad—.
—Tranquilo —suavizó la expresión—, todos estamos… nerviosos. Hazme caso, soy perro viejo. Es un trámite.
Maneja hábilmente los mandos del panel de control mientras habla. Gira una llave y un estruendo anuncia la descarga de dos toneladas de material desde la tolva.
—No es verdad y lo sabes —le replico—. ¿Y si me eligen? Cumplo todos los criterios. Tú has pasado la edad y no tienes que preocuparte.
—En el comité han dicho que las políticas han cambiado —responde con tono despreocupado, haciendo aspavientos—. Que ahora podrías llevarte a tu familia. Antes sí era una jodienda, pero si es así… —se encoge de hombros—.
—Han dicho que máximo dos personas. Tengo dos hijas, ya lo sabes. —No puedo evitar que se me note el nerviosismo, y un poco más agrio de lo que querría.
—Aun así, somos… ¿cuántos? ¿Veinte, treinta mil? —Hace hincapié en la cifra—. Las posibilidades son muy bajas. Venga, ponte a currar —zanja.
Al salir del trabajo, y pese a haberla visto cientos de veces, vuelvo a encogerme ante la sobrecogedora visión del cielo y de su visitante disruptivo.
Tomo conciencia de ello, me yergo y alzo el mentón. Debo mantener la fortaleza mental. Por ellas.
No lo ponen fácil, con los conductos hacia casa cubiertos de carteles:
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“El sorteo para la septuagésima selección de distribución entre explotaciones tendrá lugar el tercer día de Sagitario en el recinto Estival.
Los criterios de selección son:
• Hombres y mujeres entre ochenta y ciento cincuenta ciclos.
• Productividad por encima de dos.
• Estado de salud perfecto.
• Formación superior en refinamiento en entorno de exominería.
Tendrán la oportunidad de visitar la matriz el 25% de los candidatos, seleccionados por sorteo.”
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Lo acompaña la imagen de la Tierra, azul y primorosa, donde se encuentra la Matriz. Nunca he estado allí; nací en una exomina.
Cuando el transporte aterrice, traerá a la nueva remesa de trabajadores y se marchará con el 25% de los “agraciados” y sus familias, para redistribuirlos y evitar la endogamia.
Solo dos familiares por elegido.
Dándole la espalda al viento, enciendo otro cigarro y vuelvo a mirar el recorte negro, la nave.
Suspiro. No por mí. Por ellas.
Juan Jose Muñiz Peidró (categoria adults)